Blog Archive

Showing posts with label Financial Times. Show all posts
Showing posts with label Financial Times. Show all posts

Friday, August 5, 2016

Bancos centrales como ‘casas de empeño’ de última instancia

Los bancos centrales continuarían actuando como prestamistas de última instancia. Pero ya no estarían obligados a prestar contra prácticamente cualquier activo, debido a que esa posibilidad misma debe crear un riesgo moral.
Martin Wolf Financial Times
 
Lord King ofrece una innovadora alternativa a la alquimia de la banca. (El Financiero)
¿Habrá otra enorme crisis financiera? Tal y como dijo Hamlet de la caída de un gorrión: “Si es ahora, no ha de ser después; si no es después, ha de ser ahora; si no es ahora, alguna vez será: lo que cumple es estar apercibido”. Lo mismo sucede con los bancos. Están diseñados para caer. Así es que, con certeza, caerán.

Un libro de reciente publicación explora no sólo esta realidad, sino también una radical y original solución. Lo que hace que la atención a esta sugerencia sea aún más justificada es que su autor solía estar en el corazón mismo del grupo de poder monetario, antes y durante la crisis. Se trata de Lord Mervyn King, exgobernador del Banco de Inglaterra (BoE, por sus siglas en inglés). Su libro se titula The End of Alchemy (El fin de la alquimia).

El título es apropiado: la alquimia se encuentra en el corazón del sistema financiero; además, la banca fue, al igual que la alquimia, una idea medieval, pero una que no hemos descartado hasta ahora. Y, según argumenta Lord King, actualmente debemos hacerlo.

Como observa Lord King, la alquimia es “la creencia de que el dinero guardado en los bancos se puede sacar cada vez que los depositantes lo pidan”. Éste es un truco de confianza en dos sentidos: funciona si la confianza es fuerte; y es fraudulento. Las instituciones financieras hacen promesas que, en posibles condiciones del mundo, probablemente no pueden cumplir.

Durante las épocas prósperas, este negocio es lucrativo. Durante las épocas difíciles, las autoridades tienen que acudir al rescate. No es de extrañarse, entonces, que las instituciones financieras se hayan vuelto tan grandes y que paguen tan bien.

Consideremos cualquier banco grande. Tendrá una amplia gama de activos riesgosos a largo plazo en sus libros, con hipotecas y préstamos corporativos ocupando un lugar prominente entre ellos. El banco los financiará con depósitos, y con préstamos a corto y a más largo plazo.

¿Qué pasa si los prestamistas deciden que es probable que los bancos sean insolventes? Si son depositantes o prestamistas a corto plazo, pueden exigir que se les devuelva su dinero inmediatamente. Sin la ayuda del banco central los bancos no podrán satisfacer esa exigencia.

Debido a que un colapso generalizado sería económicamente devastador, el apoyo necesario es inminente. Esta realidad ha creado la situación en la que los gobiernos tratan de hacer más seguras las finanzas y las finanzas se aprovechan del apoyo para volverse más arriesgadas.

Lord King ofrece una innovadora alternativa. Los bancos centrales continuarían actuando como prestamistas de última instancia. Pero ya no estarían obligados a prestar contra prácticamente cualquier activo, debido a que esa posibilidad misma debe crear un riesgo moral. En su lugar, ellos acordarían con antelación los términos bajo los que se harían préstamos contra activos durante una crisis. La magnitud de estos recortes sería un “impuesto sobre la alquimia”. Los niveles del impuesto se fijarían a niveles rigurosos, y no podrían alterarse durante una crisis. El banco central se habría convertido en “una ‘casa de empeño’ para cualquier ocasión”.

Esta estrategia tiene inconvenientes. Los valores pignorables tendrían que variar con las condiciones económicas, lo cual pudiera crear un grado de estrés. Pero es un valeroso intento de disciplinar a un sistema financiero que hace promesas que no puede cumplir.

Washington aún no está listo para descartar acuerdos comerciales

Las semejanzas con el movimiento en contra del orden establecido que Donald Trump llevará esta semana hasta la convención republicana en Cleveland han hecho del voto británico para abandonar la Unión Europea un candente tema de conversación entre los republicanos.
Shawn Donnan Financial Times
Los rumores de un acuerdo con el Reino Unido compensan la reacción negativa contra la ‘globalización’. (El Financiero)
Las semejanzas con el movimiento en contra del orden establecido que Donald Trump llevará esta semana hasta la convención republicana en Cleveland han hecho del voto británico para abandonar la Unión Europea (UE) un candente tema de conversación entre los republicanos.

Trump interpretó de inmediato el referéndum como una confirmación de su promesa de desmantelar la “globalización”. El día después de la votación, proclamó: “En todo el mundo la gente está enojada”.

Pero varios de los republicanos convencionales a los que Trump se ha enfrentado en temas como la raza, el comercio y las normas generales del debate y el decoro en la política estadounidense también han identificado el “Brexit” como una oportunidad estratégica a más largo plazo.

La semana pasada, dos de los republicanos más poderosos del Congreso — el congresista Kevin Brady de Texas, presidente de la Comisión de Medios y Arbitrios de la Cámara de Representantes, y el senador Orrin Hatch de Utah, presidente de la Comisión de Finanzas del Senado — le hicieron un llamado al presidente Barack Obama para que iniciara rápidamente discusiones sobre acuerdos comerciales con un nuevo gobierno británico.

Este pacto, según argumentan, enlazaría dos economías liberales afines, brindaría beneficios económicos a ambas partes, y le daría más vigor a una relación comercial y estratégica ya de por sí impresionante.

También le daría a EU una potencial ventaja sobre los restantes miembros de la UE y Bruselas, con los que EU ha estado sosteniendo negociaciones dolorosamente lentas durante los últimos tres años.

Algunas conversaciones preliminares ya han comenzado. Sin embargo, cualquier acuerdo entre EU y el Reino Unido probablemente tomará años en materializarse.

A Obama le quedan sólo seis meses en el cargo, por lo que cualquier negociación comercial importante entre EU y el Reino Unido quedaría a cargo de la próxima administración, ya sea encabezada por Trump o por su rival demócrata Hillary Clinton.

Hay una enorme madeja de incertidumbres y complejidades que deben solucionarse antes de que las conversaciones puedan comenzar de forma seria.

Bajo las reglas de la UE, al Reino Unido no se le permite siquiera negociar sus propios acuerdos comerciales mientras sea miembro del bloque comercial. También está la cuestión de qué tipo de relación comercial establecerá el gobierno de la primera ministra, Theresa May, con la UE, lo cual definirá las condiciones de cualquier negociación con EU.

Los acuerdos comerciales — y la globalización en general — no están de moda en el ámbito político estadounidense este año electoral. En sus campañas los dos principales candidatos presidenciales han hablado más de deshacer acuerdos comerciales que de lograrlos.

Trump quiere construir un muro en la frontera con México e imponerle aranceles punitivos a China. Tanto él como la Clinton han denunciado otro acuerdo comercial mucho mayor y posiblemente más estratégico para EU, cuyas negociaciones encabezó el Sr. Obama, el Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP, por sus siglas en inglés) entre 12 países, que cuenta con el respaldo de la mayoría de los republicanos convencionales.

Y sin embargo, el hecho de que algunos republicanos importantes en el Congreso aún están hablando de posibles pactos en un año en que el candidato de su partido está despotricando contra el comercio debería darles cierto consuelo a aquellos que creen en el valor de las economías abiertas.

Como mínimo, demuestra que todavía hay personas importantes en Washington quienes son capaces de pensar en algo más que en el ruido político actual.

Desorden global desde Trump hasta el Mar de China Meridional

A Donald Trump se le confirma como candidato republicano a la presidencia de EU. Recep Tayyip Erdogan, el presidente de Turquía, aprieta el ‘tornillo autoritario’ después de un fallido golpe militar.
Philip Stephens Financial Times
FT. Desorden global desde Trump hasta el Mar de China Meridional.
La beligerancia de la política nacional se está derramando sobre el escenario mundial. (El Financiero)
A Donald Trump se le confirma como candidato republicano a la presidencia de EU. Recep Tayyip Erdogan, el presidente de Turquía, aprieta el ‘tornillo autoritario’ después de un fallido golpe militar.

Decenas de personas fallecen en otro espantoso ataque terrorista en Francia. A esta lista se pudieran añadir el golpe a la cohesión occidental asestado por el voto del Reino Unido para salirse de la Unión Europea (UE) y la desafiante respuesta de China ante el fallo de un tribunal internacional acerca de sus reivindicaciones territoriales en el Mar de China Meridional.

A primera vista, estos eventos parecen estar desconectados. Trump probablemente nunca ha oído hablar de la línea de nueve puntos de China. Boris Johnson, el secretario de Asuntos Exteriores del Reino Unido, ha mostrado una mayor preocupación por bloquear el acceso a los migrantes turcos que por la salud de la democracia de esa nación.

Es probable que la masacre en Niza se haya debido tanto al alterado estado mental del perpetrador como al proselitismo del autodenominado Estado Islámico (EI). La locura, y la maldad, pasarán.

Al analizar la situación con mayor detenimiento se observa la aparición de algunos preocupantes patrones: el creciente nacionalismo, la política de la identidad, el desdén por las instituciones y una fractura del sistema internacional basado en normas. Los gobiernos han perdido el control, y la fe de sus ciudadanos. La beligerancia de la política nacional se está derramando sobre el escenario mundial. No se trata de un mundo absolutamente hobbesiano, pero la dirección de desplazamiento es evidente.

El populismo de izquierda y de derecha en Europa se ha aprovechado de la dificultad económica que siguió a la crisis financiera de 2008 y de los temores acerca de los flujos de migrantes que huyen de la guerra y de los Estados fallidos del Medio Oriente y de África. Francia tiene el islamófobo Frente Nacional; Italia, el Movimiento Cinco Estrellas; España, Podemos; y, más recientemente, en Alemania ha surgido Alternativa para Alemania. La fragmentación le ha dado un vuelco al juego de posguerra de ‘tomar turnos sucesivos’ entre los partidos de centro derecha y de centro izquierda.

La nominación de Trump y el voto del Reino Unido para salirse de la UE, sin embargo, son acaecimientos de diferentes tipos. Cualquiera que sea el resultado de las elecciones de noviembre en EEUU, Trump se ha apoderado del Partido Republicano y, según las encuestas de opinión, él cuenta con el apoyo de las dos quintas partes de los estadounidenses a favor de una plataforma arraigada en la xenofobia, en el aislamiento, en el populismo económico y en el antielitismo. El Reino Unido siempre ha tenido sus euroescépticos, pero el voto del “Brexit” expresó un desencanto mucho más amplio. A Bruselas se le culpó por la creación de la globalización, de la migración y de la marginación económica.

El candidato republicano dice que le gustaría “darles un puñetazo” a sus oponentes. Él expulsaría a millones de migrantes mexicanos y les prohibiría la entrada a los musulmanes a EU. Un poderoso aislamiento restaurará la grandeza de EU. Para Trump, los extranjeros son la amenaza. Del mismo modo, los partidarios de línea dura del “Brexit” prometen construir su pared en el Canal de la Mancha. Algunos defensores afirmaron, equivocadamente, que si el Reino Unido permanecía dentro de la UE su preciado Servicio Nacional de Salud se volvería disponible para millones de migrantes turcos.

El credo populista reemplaza al patriotismo con el nacionalismo, y promueve el desprecio por las instituciones tradicionales. Cualquier persona considerada “experta” está confabulando con las élites. Todo el mundo tiene derecho a producir sus propios “hechos”. Las grandes empresas, los bancos, y la globalización son los enemigos de las clases trabajadoras de raza blanca. Unos cuantos pasos más a lo largo de este camino nos llevarían de vuelta a las “conspiraciones judías” de la década de 1930.

A los votantes no se les puede culpar por sus ansiedades. Muchos tienen quejas legítimas. El capitalismo liberal ha favorecido a los ricos. Los ingresos medios se han estancado. Los nuevos titanes del capitalismo global — Apple, Google, Amazon, Facebook — consideran la imposición fiscal un impuesto voluntario. Las instituciones políticas se han vuelto complacientes. Sin embargo, las propuestas de los populistas — invariablemente divisorias, pesimistas y cerradas — son transparentemente falsas. Una presidencia de Trump empobrecería a EU; el “Brexit” tendrá el mismo efecto en el Reino Unido.

Se acerca la hora de la verdad para Maduro

Los líderes de la oposición han dejado de lado sus diferencias con el fin de montar una vigorosa campaña para convencer a los votantes de que la destitución de Nicolás Maduro, quien fue elegido en 2013 para un mandato de seis años, es la única manera de evitar que el país caiga en un caos aún mayor.
Andres Schipani Financial Times
 
FT. Se acerca la hora de la verdad para Maduro.
El gobierno venezolano se está viendo presionado a celebrar una consulta popular. (El Financiero)
Cuando el legislador de oposición Julio Borges se acercó al consejo electoral de Venezuela para conminar a las autoridades a continuar con los planes de una votación sobre la presidencia de Nicolás Maduro, partidarios del gobierno lo golpearon con un tubo y lo dejaron con el rostro cubierto de sangre.

Ahora, ya recuperado, cree que el incidente demuestra cómo el gobierno socialista y sus seguidores temen que el ímpetu del llamado referendo revocatorio le ponga fin a tres turbulentos años de mandato de Maduro.

“El referendo nos ha fortalecido. La gente sabe que ahora es el momento”, dice Borges, una persona de alto rango en el partido del líder de la oposición Henrique Capriles. “Es nuestra tarea canalizar esa energía y convertirla en punto de inflexión para Venezuela”.

Ahora que el Consejo Nacional Electoral de Venezuela está próximo a anunciar si la oposición ha reunido con éxito las aproximadamente 400 mil firmas necesarias para proceder a la siguiente etapa del referéndum revocatorio, ese momento podría llegar pronto.

Los líderes de la oposición han dejado de lado sus diferencias con el fin de montar una vigorosa campaña para convencer a los votantes de que la destitución de Maduro, quien fue elegido en 2013 para un mandato de seis años, es la única manera de evitar que el país caiga en un caos aún mayor.

Venezuela, que tiene reservas de petróleo mayores que las de Arabia Saudita, se encuentra en medio de la peor crisis de su historia, azotada por una inflación galopante, una escasez agobiante y una economía que se prevé se contraiga un 10 por ciento este año.

Cientos de miles de personas se han inscrito para validar la petición de destituir a Maduro y celebrar elecciones; el esperado anuncio del consejo electoral se relaciona con la validez de esas firmas.

Si son válidas, puede comenzar la siguiente etapa del proceso. La oposición necesita recoger al menos 4 millones de nombres para activar un mecanismo equivalente a un popular voto de censura. Sin embargo, las poderosas fuerzas en Venezuela están decididas a detenerlos.

En un mensaje publicado en las redes sociales este fin de semana, Diosdado Cabello, vicepresidente del gobernante PSUV de Maduro, dijo rotundamente: “Para este año no hay tiempo ni manera de hacer ese referendo, ni una sola posibilidad”.

Capriles, excandidato presidencial quien ha encabezado el proceso del referendo, respondió que la votación debe realizarse este año, ya sea en octubre o diciembre.

“Es un derecho constitucional. No hay ningún mecanismo legal o técnico que impida hacerla este año”, dice, añadiendo que el consejo electoral, cuyos funcionarios son designados por el gobierno, está “usando cualquier truco a su alcance” para obstaculizar el proceso.

Capriles ha llamado a los venezolanos a salir a las calles el miércoles para salvaguardar la votación si el organismo electoral no anuncia una fecha para el referendo. “Con un referendo revocatorio podremos evitar una explosión. Porque cuando la gente tiene hambre, cuando lleva días sin comer, no se le puede decir que espere”, dice.

Freddy Guevara, aliado del encarcelado opositor Leopoldo López, añade: “No hay forma de resolver esta crisis con Maduro en el poder”.

Pero el temor es que la disputa por el proceso de referendo exacerbe las tensiones en un país donde el saqueo y los disturbios por los alimentos se han convertido en algo común, y donde el ejército se ha vuelto más poderoso.

El presidente de EU, Barack Obama, ha instado al gobierno venezolano a respetar el proceso democrático, incluidos los “legítimos esfuerzos de realizar un referendo revocatorio”. El gobierno de Maduro generalmente descarta las intervenciones de Washington como una injerencia imperialista.

Tal vez una señal más evidente sea que Raúl Castro, el presidente cubano y un firme aliado del socialismo venezolano, ha reconocido públicamente cómo la crisis económica está perjudicando la economía de la isla comunista.

Aunque la más reciente encuesta de Venebarómetro sugiere que el 88 por ciento de los venezolanos está a favor de la destitución del Sr. Maduro, algo fundamental sería elegir el momento oportuno.

Si la votación se realiza antes de enero, Maduro será destituido de su cargo y se convocará a elecciones. Si sucede después de esa fecha, entonces su vicepresidente, Aristóbulo Isturiz, tomará su lugar y el partido gobernante permanecerá en el poder.

En cuanto a retrasar completamente la votación, algunos creen que no es una opción, pues el mecanismo era parte de la constitución promovida por el fallecido Hugo Chávez — antecesor de Maduro — quien todavía es venerado en Venezuela.

La muerte del TPP significaría el fin de la globalización liderada por EU

Es el momento de pronunciar la muerte clínica del Acuerdo de Asociación TransPacífico. Hillary Clinton ya había enviado este importante acuerdo de Barack Obama — la iniciativa comercial más grande para EU en más de una década — a la unidad de cuidados intensivos cuando se pronunció en su contra el año pasado.
Edward Luce Financial Times
 
FT. La muerte del TPP significaría el fin de la globalización liderada por EU.
El cambio de actitud de Hillary respecto al acuerdo que una vez respaldó confirmaría los prejuicios sobre la candidata presidencial. (El Financiero)
Es el momento de pronunciar la muerte clínica del Acuerdo de Asociación TransPacífico (TPP, por sus siglas en inglés). Hillary Clinton ya había enviado este importante acuerdo de Barack Obama — la iniciativa comercial más grande para EU en más de una década — a la unidad de cuidados intensivos cuando se pronunció en su contra el año pasado. Donald Trump se ha comprometido a desecharlo, lo que implica que quien llegue a la Casa Blanca se ha comprometido a desaparecerlo.

No obstante, sigue persistiendo la sospecha de que Clinton está siguiendo las tácticas de señuelo y cambio de su esposo. Bill Clinton se postuló en contra del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) en 1992 durante su campaña y después hizo todo lo necesario para asegurar su aprobación tras asumir el cargo.

El martes, Terry McAuliffe, gobernador de Virginia, y viejo amigo de los Clinton, dio a entender que la Sra. Clinton tenía exactamente la misma táctica en mente para el TPP, un acuerdo entre 12 países. Se vio obligado a repudiar sus palabras casi al instante. John Podesta, presidente de la campaña de Clinton, tuiteó que la Sra. Clinton se opondría al TPP antes y después de las elecciones: “Punto Final”.

No será la última vez que la Sra. Clinton tendrá que convencer a los votantes de que ella realmente cumplirá su palabra. Cuando era secretaria de Estado describió el TPP como el “patrón oro” de los acuerdos comerciales; lo apoyó antes de pronunciarse en su contra. Trump no perderá oportunidad alguna de clavarla en esa implícita contradicción. También lo harán los partidarios de Bernie Sanders, cuyos letreros anti-TPP adornaron la sala de la convención demócrata en Filadelfia el lunes.

Para ellos, y otros que dudan de la Sra. Clinton, sus acciones con respecto al TPP serán el principal barómetro de su integridad. Y debido a ello, su margen de maniobra se continuará reduciendo.

Pero Podesta dejó una incertidumbre importante en su seguridad de que ella se opondría al TPP tanto como candidata como al ser presidenta: el ineficaz Congreso del “pato cojo” que existirá en el interregno entre noviembre y enero.

Ésta será la última oportunidad de Obama para ratificar el TPP. Sus posibilidades ya parecían cada vez más débiles. El año pasado el Congreso aprobó la autoridad de negociación por la vía rápida por sólo 10 votos. La mayoría de los recuentos sugieren que el estrecho margen ahora ha desaparecido. La reacción violenta del estadounidense promedio contra el comercio se ha intensificado.

¿Cómo podría entonces el TPP resucitar de entre los muertos? El único escenario realista es que Obama lograra precipitar el proyecto de ley a través del Congreso del “pato cojo” tras una victoria aplastante de Clinton.

Es prácticamente inconcebible que Clinton repita el pivote del TLCAN de su marido con el TPP después de asumir el cargo. El intento consumiría todo su capital político en los primeros meses y volvería tóxicas las posibilidades que tenía de construir una reputación como una líder digna de confianza.

Los partidarios de Sanders ya han dejado claro que el partido Demócrata es susceptible a una toma de control al estilo “Tea Party”.


Un cambio de postura de Clinton invitaría a ese destino mediante la confirmación de todos los prejuicios sobre el carácter resbaloso de los Clinton. También mataría sus posibilidades de promulgar una reforma migratoria, que según ella será su primera prioridad en los primeros 100 días de su mandato.

En otras palabras, el TPP en su forma actual está muerto; y será difícil traerlo de vuelta a la vida en cualquier otra forma. El golpe al liderazgo global de EU va a ser enorme. Obama y Clinton originalmente vendieron el acuerdo como la plancha económica del “giro hacia Asia” de Washington.

Establecería sobre piedra las reglas de compromiso que China no tendría más remedio que seguir. La naturaleza aborrece los vacíos. Si EU es responsable de la muerte del TPP, llegará el final de una época. Sus aliados en Asia se acercarán cada vez más a China para el liderazgo económico. El trato equivalente europeo, la Asociación de Comercio e Inversión Transatlántica (TTIP, por sus siglas en inglés), morirá con él. La era de la globalización liderada por EU comenzará a desmoronarse. Podría ser un precio que vale la pena pagar: la victoria de Trump sería la sentencia de muerte de la globalización de EU. Pero es, no obstante, un precio muy pronunciado.

Wednesday, July 20, 2016

Gobernador del Banxico enfrenta consecuencias del Brexit

El gobernador del banco central de México, Agustín Carstens, espera que el país pueda mantener un crecimiento del 2.4 al 2.5 por ciento para este año 2016, a pesar de las dificultades económicas y las consecuencias del Brexit.
Jude Webber Financial Times
 
Carstens aún confía que habrá crecimiento a pesar de la caída del peso. (El Financiero)
El gobernador del banco central de México, Agustín Carstens, espera que el país pueda mantener un crecimiento del 2.4 al 2.5 por ciento para este año 2016, a pesar de las dificultades económicas y las consecuencias del Brexit.

Igualar el crecimiento del 2.5 por ciento que se logró el año pasado no será tarea fácil para un país con un peso maltrecho que lucha contra las presiones inflacionarias que la semana pasada provocaron una subida inesperada de medio punto de las tasas.

El Banco de México, o Banxico, ha reducido regularmente los pronósticos económicos durante el último par de años en medio de la caída de los precios del petróleo, las lentas reformas estructurales y lo que el banco llama una “economía mundial hostil”.

Además, Carstens espera una “intensa volatilidad” para el resto de este 2016 a medida que las elecciones estadounidenses alcanzan su punto álgido y se asienta el polvo provocado por el voto británico a favor de abandonar la UE.

Aun así, en su oficina le dijo al Financial Times: “Si se manejan de forma constructiva los siguientes acontecimientos relacionados con el Brexit — lo cual es una gran interrogante — el impacto debería ser manejable”.

El banquero central, quien también preside el organismo rector que asesora al Fondo Monetario Internacional sobre cómo responder a las crisis, parece estar tan desconcertado por el Brexit como muchos en Gran Bretaña. Este firme defensor de la globalización argumenta que aún es difícil predecir el impacto total que tendrá la salida del Reino Unido de Europa.

El peso mexicano ha estado en la línea de fuego. Al ser la moneda más líquida de los mercados emergentes, es una cobertura conveniente y alcanzó brevemente un mínimo histórico de poco menos de 19.52 por dólar a raíz del resultado del referéndum británico. Su valor repuntó después de la subida de las tasas, pero desde entonces se ha debilitado nuevamente y ahora se cotiza sobre los 18.6.

Las elecciones estadounidenses podrían presentar riesgos aún mayores si el republicano Donald Trump — quien desea construir un muro fronterizo y poner fin a la deslocalización de compañías estadounidenses a México, lo cual les resulta más barato — gana las elecciones de noviembre.

Por ahora, parece que continuará la volatilidad, lo cual puede frenar el deseo de los inversionistas de invertir en México, dijo Carstens.

“Creo que México necesita diferenciarse de otros mercados emergentes”, dijo. Por lo tanto, Banxico “se tomó la libertad. . . de recordarle” a la Secretaría de Hacienda el 30 de junio, cuando elevó su tipo de interés de referencia hasta el 4.25 por ciento sobre la necesidad de tener un superávit primario para el próximo año. Un superávit sería el primero de México desde el año 2009.

La Secretaría de Hacienda ya había anunciado recortes presupuestarios adicionales para este 2016 de 31.7 mil millones de pesos (1.7 mil millones de dólares), además de los recortes de 132 mil millones de pesos anunciados previamente para este año y los recortes de 175 mil millones de pesos para 2017.

El banco central, temiendo que la debilidad del peso alimentaría una inflación que ya estaba aumentando en algunos de sus componentes, realizó su segunda subida de medio punto en cuatro meses, superando las expectativas de un aumento de 25 puntos básicos.

Aunque la inflación de México ha alcanzado niveles mínimos históricos y debe concluir el año “ligeramente sobre el 3 por ciento”, Carstens dijo que Banxico “quería adelantarse a los acontecimientos”.

Aunque Banxico elevó las tasas en paralelo con la Reserva Federal estadounidense en diciembre pasado y dejó claro que seguiría los pasos de la Fed, ha tomado un camino diferente.

Mientras que la condición de refugio seguro del dólar provocó su apreciación y redujo las expectativas inflacionarias en EU a raíz del Brexit, la depreciación del peso las alimentó. Aunque México aumentó su tasa, al parecer los planes de la Reserva Federal de otro aumento serán pospuestos.

Por lo tanto, ¿será suficiente el reciente aumento de medio punto de Banxico? “Ya veremos”, dijo sonriendo Carstens, pues hay muchos elementos imponderables en el futuro inmediato. “Yo espero que sí”.

Washington aún no está listo para descartar acuerdos comerciales

Las semejanzas con el movimiento en contra del orden establecido que Donald Trump llevará esta semana hasta la convención republicana en Cleveland han hecho del voto británico para abandonar la Unión Europea un candente tema de conversación entre los republicanos.
Shawn Donnan Financial Times
Los rumores de un acuerdo con el Reino Unido compensan la reacción negativa contra la ‘globalización’. (El Financiero)
Las semejanzas con el movimiento en contra del orden establecido que Donald Trump llevará esta semana hasta la convención republicana en Cleveland han hecho del voto británico para abandonar la Unión Europea (UE) un candente tema de conversación entre los republicanos.

Trump interpretó de inmediato el referéndum como una confirmación de su promesa de desmantelar la “globalización”. El día después de la votación, proclamó: “En todo el mundo la gente está enojada”.

Pero varios de los republicanos convencionales a los que Trump se ha enfrentado en temas como la raza, el comercio y las normas generales del debate y el decoro en la política estadounidense también han identificado el “Brexit” como una oportunidad estratégica a más largo plazo.

La semana pasada, dos de los republicanos más poderosos del Congreso — el congresista Kevin Brady de Texas, presidente de la Comisión de Medios y Arbitrios de la Cámara de Representantes, y el senador Orrin Hatch de Utah, presidente de la Comisión de Finanzas del Senado — le hicieron un llamado al presidente Barack Obama para que iniciara rápidamente discusiones sobre acuerdos comerciales con un nuevo gobierno británico.

Este pacto, según argumentan, enlazaría dos economías liberales afines, brindaría beneficios económicos a ambas partes, y le daría más vigor a una relación comercial y estratégica ya de por sí impresionante.

También le daría a EU una potencial ventaja sobre los restantes miembros de la UE y Bruselas, con los que EU ha estado sosteniendo negociaciones dolorosamente lentas durante los últimos tres años.

Algunas conversaciones preliminares ya han comenzado. Sin embargo, cualquier acuerdo entre EU y el Reino Unido probablemente tomará años en materializarse.

A Obama le quedan sólo seis meses en el cargo, por lo que cualquier negociación comercial importante entre EU y el Reino Unido quedaría a cargo de la próxima administración, ya sea encabezada por Trump o por su rival demócrata Hillary Clinton.

Hay una enorme madeja de incertidumbres y complejidades que deben solucionarse antes de que las conversaciones puedan comenzar de forma seria.

Bajo las reglas de la UE, al Reino Unido no se le permite siquiera negociar sus propios acuerdos comerciales mientras sea miembro del bloque comercial. También está la cuestión de qué tipo de relación comercial establecerá el gobierno de la primera ministra, Theresa May, con la UE, lo cual definirá las condiciones de cualquier negociación con EU.

Los acuerdos comerciales — y la globalización en general — no están de moda en el ámbito político estadounidense este año electoral. En sus campañas los dos principales candidatos presidenciales han hablado más de deshacer acuerdos comerciales que de lograrlos.

Trump quiere construir un muro en la frontera con México e imponerle aranceles punitivos a China. Tanto él como la Clinton han denunciado otro acuerdo comercial mucho mayor y posiblemente más estratégico para EU, cuyas negociaciones encabezó el Sr. Obama, el Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP, por sus siglas en inglés) entre 12 países, que cuenta con el respaldo de la mayoría de los republicanos convencionales.

Y sin embargo, el hecho de que algunos republicanos importantes en el Congreso aún están hablando de posibles pactos en un año en que el candidato de su partido está despotricando contra el comercio debería darles cierto consuelo a aquellos que creen en el valor de las economías abiertas.

Como mínimo, demuestra que todavía hay personas importantes en Washington quienes son capaces de pensar en algo más que en el ruido político actual.

Élites globales deben hacer frente a la furia populista

El estancamiento de los ingresos reales durante un período más largo desde la Segunda Guerra Mundial es un hecho político fundamental.
Martin Wolf Financial Times
 
Los ingresos se han estancado en el período más largo desde la Segunda Guerra Mundial. (El Financiero)
“Para cada problema complejo, existe una respuesta clara, sencilla e incorrecta”. HL Mencken pudiera haber estado pensando en la política actual. El mundo occidental indudablemente enfrenta problemas complejos, en particular el descontento de grandes cantidades de ciudadanos. De la misma manera, los aspirantes al poder — como Donald Trump en EU y Marine Le Pen en Francia — ofrecen soluciones claras, sencillas e incorrectas, en particular el nacionalismo, el nativismo y el proteccionismo.

Los remedios que ofrecen son falsos. Pero las enfermedades son reales. Si las élites gobernantes continúan fracasando en su intento de ofrecer curas, pronto podrían ser eliminadas y, con ellas, el esfuerzo de unir la autogobernanza democrática con un orden mundial abierto y cooperativo.

¿Cuál es la explicación de esta reacción? Una gran parte de la respuesta es económica. El aumento de la prosperidad es, en sí, un bien. Pero también crea la posibilidad de una política de suma positiva.

Esto sustenta la democracia, ya que le posibilita a todo el mundo el mejorar su situación al mismo tiempo. El aumento de la prosperidad fomenta la conciliación de las personas con las perturbaciones económicas y sociales. La ausencia de prosperidad fomenta la furia.

El McKinsey Global Institute aclara convincentemente lo que ha estado ocurriendo en un informe titulado, reveladoramente, “Poorer than their Parents?” (¿Más pobres que sus padres?), el cual demuestra cómo un sinnúmero de hogares ha estado padeciendo del estancamiento o de la caída de los ingresos reales. En promedio, entre el 65 y el 70 por ciento de los hogares en 25 países de altos ingresos experimentaron esta situación entre 2005 y 2014. En el período entre 1993 y 2005, sin embargo, sólo el dos por ciento de los hogares sufrieron de un estancamiento o de una disminución de los ingresos reales. Esto se aplica a los ingresos del mercado. Debido a la redistribución fiscal, la proporción que sufre de un estancamiento de los ingresos disponibles reales fue de entre el 20 y el 25 por ciento.

McKinsey ha examinado la satisfacción personal a través de una encuesta de seis mil franceses, británicos y estadounidenses. Los consultores descubrieron que la satisfacción dependía más de si las personas estaban avanzando en relación con otros como ellos en el pasado, que de si estaban mejorando en relación con quienes estaban en mejores condiciones que ellos en la actualidad. Por consiguiente, las personas preferían que su situación económica mejorara, aunque no estuvieran emparejándose con los contemporáneos que se encontraran en una posición todavía más próspera. Los ingresos estancados afectan a las personas más que una creciente desigualdad.

La principal explicación del prolongado estancamiento de los ingresos reales radica en las crisis financieras y en la débil recuperación posterior. Estas experiencias han destruido la confianza popular en la competencia y en la probidad de las élites empresariales, administrativas y políticas. Sin embargo, otros cambios también han sido adversos. Entre éstos se encuentran el envejecimiento (de particular importancia en Italia) y la disminución de las porciones de salarios del ingreso nacional (de particular importancia en EU, el Reino Unido y los Países Bajos).

El estancamiento de los ingresos reales durante un período más largo desde la Segunda Guerra Mundial es un hecho político fundamental.

Pero no puede ser la única causa del descontento. Para muchos de los que están en el medio de la distribución del ingreso, los cambios culturales también son amenazantes.

También lo es la inmigración, la cual es la globalización hecha realidad. La ciudadanía es la posesión más valiosa para la mayoría de las habitantes de los países ricos. Y ellos sentirán resentimiento por tener que compartirla con los extranjeros.

Monday, July 11, 2016

Algunas duras verdades a raíz del Brexit

El huracán post Brexit (la salida del Reino Unido de la Unión Europea) ha golpeado la política británica. El Partido Conservador enfrenta una enconada competencia por el liderazgo, en la que el favorito es el exalcalde rebelde de Londres, Boris Johnson.
Financial Times
Las promesas de los defensores del “Brexit” están a punto de chocar con la realidad política. (El Financiero)
El huracán post Brexit (la salida del Reino Unido de la Unión Europea) ha golpeado la política británica. El Partido Conservador enfrenta una enconada competencia por el liderazgo, en la que el favorito fue el exalcalde rebelde de Londres, Boris Johnson. El Partido Laborista podría rechazar a su propio líder, Jeremy Corbyn. La ruta de salida de Gran Bretaña de la Unión Europea luce muy incierta.

Quienquiera que sea el sucesor del Sr. Cameron — y esa pregunta podría no tener respuesta hasta la conferencia anual del Partido Conservador en octubre — enfrenta una tarea delicada. El deber del nuevo primer ministro será lograr el mejor acuerdo posible con los socios europeos del Reino Unido, mientras que a la vez afronta la inevitable decepción doméstica cuando se rompan algunas de las contradictorias promesas hechas por los defensores del Brexit.

Antes de que comiencen en serio las negociaciones con Bruselas, el Reino Unido necesita una elección general. El nuevo primer ministro necesita un nuevo mandato para lograr un acuerdo con los 27 estados miembros de la UE. La perspectiva de semejante elección ha provocado la iniciativa de los miembros laboristas del parlamento de expulsar a Corbyn, un ineficaz líder izquierdista cuyo fracaso en la movilización de su partido fue una de las razones principales del triunfo de la campaña en favor del Brexit.

Por su parte, lógicamente los líderes de los países de la UE están conmocionados y decepcionados. Se deben enfocar en preservar la UE. Sin embargo, también deben ver que tienen interés en mantener una estrecha relación con el Reino Unido.

Probablemente el Reino Unido esperará hasta finales de este año para invocar el Artículo 50 del Tratado de la Unión Europea para retirarse y comenzar las negociaciones con los 27 gobiernos. En ese proceso se van a decepcionar aquellos que votaron por el Brexit. La inmigración jugó un papel muy importante en la campaña y los partidarios del Brexit se comprometieron a ponerle fin a la libre circulación de mano de obra procedente de la UE. Sin embargo, algunos de ellos ya han retractado las promesas de controlar la inmigración, y parecen estar inclinándose hacia una opción al estilo noruego de mantener el acceso al mercado único sin la plena condición de miembro de la UE.

Ésta es probablemente la menos mala de las varias opciones posibles y sin duda es mejor que retirarse completamente y buscar un acuerdo de libre comercio con la UE, lo cual obstaculizaría seriamente a los exportadores británicos. Pero también elimina casi todos fundamentos de la plataforma pro Brexit basada en “retomar el control”. Esto implicará la libre circulación de trabajadores de la UE en el Reino Unido y obligará a Gran Bretaña a adoptar reglamentos europeos para entrar al mercado único y a hacer una contribución considerable al presupuesto de la UE.

Los líderes europeos también tienen que analizar bien sus posiciones. Hasta ahora ha habido desavenencias entre los líderes y los ministros de la UE. El sentido común lo ha aportado Angela Merkel, la canciller alemana, quien ha pedido un período de reflexión con tranquilidad.

El Reino Unido no puede esperar más concesiones que las que el Sr. Cameron obtuvo este año como parte de su renegociación de los términos de afiliación a la UE. La libre circulación de la mano de obra sigue siendo el precio a pagar por ser parte del mercado único.

La abrumadora preocupación de los estados miembros debe ser la integridad de la UE. Deben mantener una actitud firme, pero no vengativa, lo suficiente como para que otros países tomen consciencia de las consecuencias de abandonar la UE, pero sin reforzar el sentimiento de que la UE es caprichosa y dictatorial.

El reto de reformular la relación del Reino Unido con la UE se ha vuelto mucho más difícil a causa del propio proceso Brexit. El Reino Unido está profundamente dividido. Los ánimos están caldeados. Los principales partidos políticos están sumidos en el caos. Lo mejor que el Reino Unido puede esperar — salvo que ocurra un cambio colectivo de opinión por parte de los votantes y una revocación de la decisión del referéndum por parte del parlamento — es un arreglo que termine siendo lo más parecido posible al status quo.

Para que eso suceda se necesita honestidad, así como destreza por parte de los políticos británicos quienes engañaron a sus votantes durante la campaña del referéndum. A pesar de la ira justificada en otras capitales europeas, también se necesita ecuanimidad por parte del resto de la UE.

Después del Brexit, debemos seguir con nuestras vidas

He sido testigo de algunos resultados sorprendentes en las elecciones generales, de eventos terribles de terrorismo, de triunfos y derrotas en el deporte cuando nos detuvimos atónitos y nos preocupamos o maravillamos por un rato, pero esos momentos nunca han durado mucho.
Lucy Kellaway Financial Times
 
El tiempo que dediqué sobre tacones altos fueron los momentos más sensatos que he pasado desde el referéndum. (El Financiero)
El miércoles pasado alguien de la BBC me llamó para preguntarme si quería participar en un debate en la radio sobre los tacones altos.

No, le dije: estaba muy ocupada. Era una mentira descarada ya que rara vez he estado menos ocupada en tres décadas de vida de oficina. En vez, me quedé sentada en mi escritorio, retorciéndome las manos, estupefacta ante la burda tragicomedia de la política británica.

La razón por la que no podía hablar sobre los tacones altos en la radio era porque no podía hacerle frente. Si alguna vez me preocupé por lo que las mujeres llevaban en sus pies en el trabajo, ya no era así. El hecho de que 149,000 personas hubieran firmado una petición solicitando una prohibición a que los jefes las obligaran a llevar tacones en el trabajo no me interesaba. Estamos pasando por la mayor crisis política doméstica que he visto en mi vida; no era el momento, razoné, para apasionarme por los zapatos.

Ésta es sólo la segunda vez que recuerdo que la vida normal y cotidiana de oficina se haya detenido, y que haya permanecido así.

He sido testigo de algunos resultados sorprendentes en las elecciones generales, de eventos terribles de terrorismo, de triunfos y derrotas en el deporte cuando nos detuvimos atónitos y nos preocupamos o maravillamos por un rato, pero esos momentos nunca han durado mucho.

Uno de los más extraños y tranquilizantes aspectos de la vida de oficina es que tiene un impulso tan poderoso que sigue rodando, más o menos pase lo que pase. Aún en medio de la crisis financiera la vida laboral siguió, más o menos de forma normal. La única otra vez en la que recuerdo que todo se haya detenido fue después de los atentados del 9/11.

No sólo soy yo — la principal corresponsal de asuntos triviales del Financial Times — la que ha perdido el apetito para las cosas cotidianas.

Una persona seria que conozco en un bufete de abogados de la City de Londres me dice que casi nada se logró en su oficina la semana pasada. No solicitaron nuevos negocios y nadie se sintió motivado a hacer más que apenas lo mínimo con respecto a los negocios existentes.

Otro conocido, que tiene un alto cargo administrativo en una empresa bien conocida, me informó que se sentía tan letárgico e impotente que canceló todas menos las más esenciales reuniones y se quedó sentado en la oficina pegado a las noticias en la pantalla, sintiéndose cada vez más fuera de control.

En casa durante una mañana de la semana pasada, miré con envidia a un jardinero que había contratado, mientras él podaba un arbusto. Debe ser agradable, le dije, trabajar con plantas. Mis arbustos Pyracantha y Ceanothus no se pelearon por el Brexit, y no tienen opiniones sobre quién dirige el Partido Conservador o el Laborista.

Sacudió la cabeza y me dijo que estaba tan afectado como cualquiera — cada 15 minutos sacaba su celular del bolsillo para ver las últimas noticias — y se sentía en peligro de perder todo interés en la jardinería.

En vez me fui al trabajo, y leí más miserias sobre la economía del Reino Unido. La caída de la libra esterlina. La falta de compradores interesados en el mercado de propiedades. La disminución de los anuncios de nuevos trabajos. Y eso es antes de la catástrofe en la productividad que va a causar todo este letargo e incertidumbre general.

Entonces se me ocurrió que yo no soy impotente. Hay algo grande que puedo hacer. Puedo fingir que no está pasando nada y seguir adelante con el quehacer cotidiano de vivir y trabajar.

Si antes del Brexit mi trabajo era escribir sobre detalles incidentales de la vida de oficina, ése sigue siendo mi trabajo ahora. Llamé a la BBC y les dije que me había vuelto milagrosamente menos ocupada y que me encantaría venir a hablar sobre los tacones altos después de todo.

Gobernador del Banxico enfrenta consecuencias del Brexit

El gobernador del banco central de México, Agustín Carstens, espera que el país pueda mantener un crecimiento del 2.4 al 2.5 por ciento para este año 2016, a pesar de las dificultades económicas y las consecuencias del Brexit.
Jude Webber Financial Times
Carstens aún confía que habrá crecimiento a pesar de la caída del peso. (El Financiero)
El gobernador del banco central de México, Agustín Carstens, espera que el país pueda mantener un crecimiento del 2.4 al 2.5 por ciento para este año 2016, a pesar de las dificultades económicas y las consecuencias del Brexit.

Igualar el crecimiento del 2.5 por ciento que se logró el año pasado no será tarea fácil para un país con un peso maltrecho que lucha contra las presiones inflacionarias que la semana pasada provocaron una subida inesperada de medio punto de las tasas.

El Banco de México, o Banxico, ha reducido regularmente los pronósticos económicos durante el último par de años en medio de la caída de los precios del petróleo, las lentas reformas estructurales y lo que el banco llama una “economía mundial hostil”.

Además, Carstens espera una “intensa volatilidad” para el resto de este 2016 a medida que las elecciones estadounidenses alcanzan su punto álgido y se asienta el polvo provocado por el voto británico a favor de abandonar la UE.

Aun así, en su oficina le dijo al Financial Times: “Si se manejan de forma constructiva los siguientes acontecimientos relacionados con el Brexit — lo cual es una gran interrogante — el impacto debería ser manejable”.

El banquero central, quien también preside el organismo rector que asesora al Fondo Monetario Internacional sobre cómo responder a las crisis, parece estar tan desconcertado por el Brexit como muchos en Gran Bretaña. Este firme defensor de la globalización argumenta que aún es difícil predecir el impacto total que tendrá la salida del Reino Unido de Europa.

El peso mexicano ha estado en la línea de fuego. Al ser la moneda más líquida de los mercados emergentes, es una cobertura conveniente y alcanzó brevemente un mínimo histórico de poco menos de 19.52 por dólar a raíz del resultado del referéndum británico. Su valor repuntó después de la subida de las tasas, pero desde entonces se ha debilitado nuevamente y ahora se cotiza sobre los 18.6.

Las elecciones estadounidenses podrían presentar riesgos aún mayores si el republicano Donald Trump — quien desea construir un muro fronterizo y poner fin a la deslocalización de compañías estadounidenses a México, lo cual les resulta más barato — gana las elecciones de noviembre.

Por ahora, parece que continuará la volatilidad, lo cual puede frenar el deseo de los inversionistas de invertir en México, dijo Carstens.

“Creo que México necesita diferenciarse de otros mercados emergentes”, dijo. Por lo tanto, Banxico “se tomó la libertad. . . de recordarle” a la Secretaría de Hacienda el 30 de junio, cuando elevó su tipo de interés de referencia hasta el 4.25 por ciento sobre la necesidad de tener un superávit primario para el próximo año. Un superávit sería el primero de México desde el año 2009.

La Secretaría de Hacienda ya había anunciado recortes presupuestarios adicionales para este 2016 de 31.7 mil millones de pesos (1.7 mil millones de dólares), además de los recortes de 132 mil millones de pesos anunciados previamente para este año y los recortes de 175 mil millones de pesos para 2017.

El banco central, temiendo que la debilidad del peso alimentaría una inflación que ya estaba aumentando en algunos de sus componentes, realizó su segunda subida de medio punto en cuatro meses, superando las expectativas de un aumento de 25 puntos básicos.

Aunque la inflación de México ha alcanzado niveles mínimos históricos y debe concluir el año “ligeramente sobre el 3 por ciento”, Carstens dijo que Banxico “quería adelantarse a los acontecimientos”.

Aunque Banxico elevó las tasas en paralelo con la Reserva Federal estadounidense en diciembre pasado y dejó claro que seguiría los pasos de la Fed, ha tomado un camino diferente.

Mientras que la condición de refugio seguro del dólar provocó su apreciación y redujo las expectativas inflacionarias en EU a raíz del Brexit, la depreciación del peso las alimentó. Aunque México aumentó su tasa, al parecer los planes de la Reserva Federal de otro aumento serán pospuestos.

Por lo tanto, ¿será suficiente el reciente aumento de medio punto de Banxico? “Ya veremos”, dijo sonriendo Carstens, pues hay muchos elementos imponderables en el futuro inmediato. “Yo espero que sí”.

Thursday, June 23, 2016

Hay un sinfín de razones para pegarle al peso

El problema es que el peso mexicano es, por mucho, la moneda más líquida de los mercados emergentes, con un volumen de operaciones de aproximadamente 135 mil millones de dólares al día, las 24 horas del día.
Stephen Foley Financial Times
La moneda líquida es un vehículo ideal para cubrir todo tipo de riesgos en el sistema financiero. (El Financiero)
Los corredores de divisas están pegándole al peso mexicano como si fuera una piñata. Si aumentan los riesgos de los mercados emergentes, el peso sufre. Si bajan los precios del petróleo, el peso sufre. Una encuesta muestra que el Reino Unido podría votar a favor de su salida de la Unión Europea: otra vez el peso mexicano sufre.

El resultado de todo esto es que el peso se ha convertido en una de las monedas más permanentemente subvaloradas. Y, este año, ha sido la moneda de peor desempeño a nivel mundial ante el dólar estadounidense.

El problema es que el peso mexicano es, por mucho, la moneda más líquida de los mercados emergentes, con un volumen de operaciones de aproximadamente 135 mil millones de dólares al día, las 24 horas del día. Eso lo convierte en un vehículo ideal para cubrir todo tipo de riesgos en el sistema financiero. Cada vez que hay algo nuevo de qué preocuparse, más corredores utilizan el peso como una posición corta, lo cual significa que nunca se recupera totalmente del susto previo.

Más recientemente, ha comenzado a moverse en consonancia con la libra esterlina conforme los corredores lo utilizan como cobertura del riesgo del “Brexit” — la salida del RU de la UE — aunque sería casi imposible apreciar un impacto económico en México si el Reino Unido decidiera salir del área de libre comercio de la Unión Europea.

Sin embargo, los bajos precios del petróleo han sido terribles para México: han agotado las finanzas de la compañía petrolera estatal Pemex, y como resultado de esto, el gobierno ha tenido que recortar gastos, reduciendo así las expectativas de crecimiento económico.

Así, habiéndose recuperado hasta los 50 dólares por barril, el mayor precio del petróleo debería aliviar parte de esa presión. Sin embargo, en lugar de eso, ahora los bajistas del peso señalan la construcción de un muro por parte del potencial presidente Donald Trump como el siguiente factor de riesgo; aunque no está claro si el Sr. Trump convertirá sus palabras en acciones.

Como ninguna de estas caídas del peso se pueden explicar mediante los fundamentos, el Banco de México ya intervino una vez para ayudarlo a subir: en febrero anunció un aumento de emergencia de las tasas de interés, cuando la moneda llegó a 19 por cada dólar estadounidense. Ahora no está lejos de alcanzar ese nivel mínimo nuevamente, lo cual sin duda estará en la mente de los funcionarios en la reunión del banco central que se celebrará el próximo jueves.

Ya para entonces sabremos si el RU abandona la UE. Si el país vota por permanecer en la Unión Europea, se debería aliviar la presión sobre el peso. Pero no se puede contar con eso. Siempre parece haber alguna otra razón para pegarle al peso mexicano.

Thursday, June 16, 2016

Trump cuestiona el mantra del dólar fuerte

Donald Trump ha sido repudiado por economistas debido a sus amenazas de lanzar una guerra comercial con China y renegociar los términos de la deuda soberana de EU.
Sam Fleming/ Shawn Donnan
Los economistas están en desacuerdo ante represalias por los comentarios acerca de la moneda. (El Financiero)
Donald Trump ha sido repudiado por economistas debido a sus amenazas de lanzar una guerra comercial con China y renegociar los términos de la deuda soberana de EU.

Sin embargo, han pasado casi desapercibidas las amenazas del candidato republicano de desmantelar otra de las políticas ortodoxas estadounidenses: la política del “dólar fuerte.

En los últimos meses, el magnate inmobiliario ha advertido que está en contra de mantener un tipo de cambio fuerte, aunque EU ha mantenido — al menos en teoría — la política del “dólar fuerte” desde la década de 1990.

En agosto del año pasado, Trump declaró que el dólar estaba “dañando” a EU y creando “enormes desventajas” con respecto a la competitividad de las compañías. Él mencionó en una entrevista: “Suena bien decir ‘tenemos un dólar fuerte’. Pero ahí se acaba”.

Trump reiteró ese mensaje a principios de este mes diciendo que mientras que apreciaba el concepto de un dólar fuerte, éste corría el riesgo tanto de causar un caos para la economía de EU como complacer a China, a quien él y otros han acusado de manipular durante años su divisa para obtener ventajas competitivas sobre los fabricantes estadounidenses.

Estas ideas son consideradas peligrosas por algunos funcionarios respetados de política económica en Washington.

“Creo que si Donald Trump es elegido presidente, deberíamos esperar que su administración utilice una política de tipo de cambio para tratar de obtener un menor déficit comercial”, dijo Robert Kahn, un asociado principal en el Consejo de Relaciones Exteriores quien sirvió como alto funcionario en el Tesoro de EU bajo el entonces secretario del Tesoro Robert Rubin.

Esa política probablemente provocaría represalias de nuestros socios comerciales, dijo Kahn, lo cual resultaría potencialmente en un menor crecimiento, menor comercio y un dólar más débil. Esto también socavaría el estatus del dólar como una moneda de reserva mundial.

Ted Truman, miembro del Peterson Institute for International Economics y exdirector de la división financiera internacional de la Reserva Federal (Fed), dijo que si estas palabras se vuelven pilares importantes de la campaña de Trump, podrían empezar a impactar a los mercados financieros. “Lo mejor que podemos hacer es no hablar de ello”, dijo.

Los presidentes de EU generalmente evitan comentar sobre el dólar o han expresado variaciones de la frase acuñada por Rubin por primera vez en 1995: “un dólar fuerte beneficia a EU”. La razón principal es el punto de vista de que es contraproducente tratar de ajustar la política monetaria a través de comentarios que intentan apreciar o depreciar el dólar.

Marc Chandler, director en jefe de estrategia cambiaria en Brown Brothers Harriman, dijo que había habido continuidad en las estrategias de divisas a través de las administraciones de los presidentes Clinton, Bush y Obama. “Trump podría cambiar eso”, añadió.

Cuando le preguntaron a Jack Lew este viernes sobre los comentarios del Sr. Trump respecto al dólar, el secretario del Tesoro respondió con su mantra de que un dólar fuerte estadounidense es un reflejo de la fuerza relativa de EU. “Si otros países se acercan a una devaluación competitiva, se iniciará una reacción en cadena”, dijo en un desayuno en Washington. “Pronto estaríamos peleando por una porción de un menguante pastel global”.

Sin embargo en realidad, la retórica de los funcionarios estadounidenses acerca del dólar fuerte ha causado preocupaciones privadas cuando el alza de una moneda está dañando a los exportadores estadounidenses. Ése ciertamente ha sido el caso en años recientes, donde los avances del dólar han jugado un papel importante en inhibir a la Fed de aumentar las tasas más rápidamente.

En marzo de 2015, Janet Yellen, la presidenta de la Fed, dijo que el nivel de la divisa reflejaba en parte la fuerza de la economía de EU, pero añadió que en parte había causado el débil crecimiento de las exportaciones, lo cual podría frenar a la economía.

Algunos economistas son menos críticos de los puntos de vista de Trump sobre el dólar. “El repudio del mantra del dólar fuerte de parte de Trump eleva el realismo económico por encima de la retórica vacía”, dijo Eswar Prasad, economista y autor de “The Dollar Trap”, un libro que describe el ascenso del dólar para convertirse en una moneda de reserva mundial.

Clase media de EU vive en crisis económica

Según nuevos estudios, en este siglo los ingresos familiares han caído en más de 80 por ciento de las áreas metropolitanas de EU. Estos resultados revelan el declive de la clase media, lo cual ha sido el tema central de la elección presidencial estadounidense.
Sam Fleming/ Shawn Donnan
Los ingresos han disminuido en 80 por ciento de todas las áreas metropolitanas en EU. (El Financiero)
Según nuevos estudios, en este siglo los ingresos familiares han caído en más de 80 por ciento de las áreas metropolitanas de EU. Estos resultados revelan el declive de la clase media, lo cual ha sido el tema central de la elección presidencial estadounidense.

La investigación de los centros urbanos habitados por tres cuartas partes de la población estadounidense muestra que el ingreso promedio familiar, ajustado para reflejar el costo de vida en el área, sólo aumentó en 39 de las 229 áreas metropolitanas entre 1999 y 2014.

Esas cifras, presentadas y compartidas con el Financial Times por el Centro de Investigaciones Pew, un grupo independiente, destacaron los factores detrás del descontento que ha impulsado el ascenso de Donald Trump, el presunto candidato republicano, y de Bernie Sanders, el contrincante de Hillary Clinton, la candidata favorita del partido demócrata.

Las campañas de ambos hombres han conectado con las preocupaciones de los votantes tanto de derecha como izquierda de la clase media. El estudio de Pew subraya una fuente de esa ansiedad y cuestiona aún las más celebradas historias de éxito económico en EU.

La investigación reveló la constante erosión de la clase media a través del país, en la que 203 de las 229 áreas metropolitanas experimentaron una reducción del porcentaje de la población que se consideraba de clase media. Mientras tanto, 172 de las áreas metropolitanas mostraron un incremento en el porcentaje de la población que se consideraba como clase alta y 160 de estas áreas mostraron un incremento en el porcentaje de habitantes de bajos ingresos.

“Hemos descubierto que la reducción de la clase media estadounidense fue un fenómeno generalizado a nivel local de 2000 a 2014”, dijo Rakesh Kochhar de Pew. “En ese sentido las comunidades estadounidenses comparten una base común; están reflejando la tendencia nacional”.

Los estadounidenses de clase media según la definición de Pew son adultos que ganan desde dos tercios hasta el doble de los ingresos medios de la nación, ajustado según el tamaño de los hogares.

Los factores detrás del encogimiento de la clase media varían de ciudad a ciudad, pero algunos de las reducciones más grandes surgieron en las ciudades afectadas por la pérdida de empleos en el sector industrial en las últimas décadas. En Springfield, Ohio, los ingresos cayeron 27 por ciento en ese período, mientras que el área de Detroit-Warren-Dearborn en Michigan reportó un descenso de 18 por ciento en ingresos. A nivel nacional, el número de empleos en el sector de manufactura se redujo 29 por ciento en este siglo.

Las ciudades petroleras en Texas y otros estados que experimentaron auges debido a la fracturación tuvieron el crecimiento más pronunciado de ingresos, pero esas historias han sufrido un gran golpe recientemente debido al descenso de los precios de los productos básicos.

Sin embargo, la investigación de Pew también reveló un descenso en los ingresos promedios y el encogimiento de la clase media aún en las ciudades celebradas por su renacimiento económico — convirtiéndose en los nuevos centros de la economía del conocimiento — como Raleigh, North Carolina y Austin, Texas.

La situación en Springfield, Ohio refleja la pérdida de empleos en el sector de manufactura, una tendencia que ya había comenzado antes del período que se analizó. El área todavía tiene una planta de ensamblaje de camiones de Navistar que recientemente aumentó su inversión en el área, pero la planta emplea miles de trabajadores menos que en su período de mayor empleo, dijeron funcionarios locales.

Actualmente, los empleadores más importantes incluyen un centro de llamadas, aseveró Warren Copeland, el alcalde de Springfield. “Hemos creado el mismo número de empleos de los que perdimos, pero muchos de los empleos que los están reemplazando pagan menos”, él afirmó.

México se encamina a la recesión: agencia

Según lo declarado por una agencia de pronósticos económicos, México está a punto de sumergirse en una recesión por primera vez desde 2009.
Steve Johnson
FEl índice de gerentes de ventas muestra cuatro meses consecutivos de contracción. (El Financiero)
Según lo declarado por una agencia de pronósticos económicos, México está a punto de sumergirse en una recesión por primera vez desde 2009.

La grave predicción contradice la opinión de mercado predominante. Aunque el crecimiento económico de México se está desacelerando, la mayoría todavía espera ver una expansión de al menos un 2 por ciento este año.

Una encuesta de un grupo de 22 bancos y otras organizaciones en abril realizada por los analistas de datos de Consensus Economics obtuvo un pronóstico de crecimiento medio del producto interno bruto (PIB) del 2.4 por ciento para 2016, siendo la menor estimación de un 1.8 por ciento.

En marzo, el Banco de México redujo su pronóstico de crecimiento en medio de un panorama económico “complejo”, pero todavía previó un crecimiento de entre el 2 y el 3 por ciento este año, mientras que el Fondo Monetario Internacional (FMI) también apuntó tentativamente un 2.4 por ciento de crecimiento en su informe Perspectivas de la Economía Mundial en abril.

La predicción de una recesión proviene de World Economics, organización que produce los índices de gerentes de ventas (o SMI, por sus siglas en inglés) basados en las respuestas de un grupo de vendedores en manufactura y servicios, que ellos afirman es la serie de datos más prospectiva disponible.

Aunque estos SMI son escasamente conocidos, la empresa matriz de World Economics es Information Sciences, desarrolló los índices de gerentes de compras (o PMI, por sus siglas en inglés), actualmente propiedad de Markit.

El SMI titular para México fue de sólo 47.3 en mayo y ha estado por debajo de 50 — el límite entre un aumento o una disminución en actividades — desde febrero.

Los cinco subcomponentes — confianza, crecimiento del mercado, ventas, precios y empleos — también han caído por debajo de 50.

Ed Jones, director ejecutivo de World Economics, declaró que, como resultado, “la recesión se avecina”.

“Ciertamente consideramos que México va en esa dirección. Durante los últimos tres o cuatro meses ha habido un crecimiento de ventas negativo. Nosotros equiparamos las ventas con el nivel de producción”, agregó el Sr. Jones, cuya medida del SMI estadounidense ha sido un factor de predicción de crecimiento razonable del PIB de EU.

“Probablemente estamos entre dos y tres meses por delante de donde estarían los datos oficiales. Es probable que durante el próximo mes o dos el SMI mexicano se mantenga en terreno negativo, así es que la recesión (definida como dos trimestres consecutivos de crecimiento negativo) está en camino”.

Jones anticipa que México tendrá que revisar a la baja su cifra de crecimiento del primer trimestre de 0.8 por ciento, una opinión compartida por otros. Edward Glossop, economista de mercados emergentes de Capital Economics, “tiene la certeza” de que habrá una revisión a la baja, particularmente dado el hecho de que los datos de la semana pasada demostraron que la producción industrial había caído en un dos por ciento interanual en marzo — mucho peor de lo anticipado — aunado esto a que la confianza del consumidor se ha reducido y a que el índice de aprobación del presidente Enrique Peña Nieto ha disminuido.

Carlos Capistrán Carmona, economista principal de México en el Bank of America Merrill Lynch, prevé una “desaceleración suave” este año, con un crecimiento que descenderá al 2.25 por ciento, en lugar de una recesión. El índice de gerentes de ventas muestra cuatro meses consecutivos de contracción

Xi Jinping ha cambiado la fórmula ganadora de China

La política en el Occidente es actualmente tan dramática que China puede tener la apariencia de ser un país relativamente serio y estable en comparación.
Gideon Rachman Financial Times
Las tres revoluciones del país han sido revocadas por su ’hombre fuerte’. (El Financiero)
La política en el Occidente es actualmente tan dramática que China puede tener la apariencia de ser un país relativamente serio y estable en comparación. Pero esa impresión es engañosa. Xi Jinping está conduciendo a su país hacia nuevas direcciones radicales y arriesgadas.

Si las nuevas políticas del presidente tienen éxito, la era Xi se recordará por el logro de su frecuentemente declarada meta de un “gran rejuvenecimiento” de la nación china. Pero si los experimentos del Sr. Xi no funcionan, es probable que su legado sea la agitación política, el estancamiento económico y la confrontación internacional.

Lo que el Sr. Xi ha hecho es esencialmente abandonar la fórmula que ha impulsado el crecimiento de China durante los últimos 30 años. Deng Xiaoping creó esa fórmula después de llegar al poder a finales de 1978, y sus sucesores la refinaron posteriormente. La fórmula consistía de tres ingredientes claves: los políticos, los económicos y los internacionales.

Con respecto a la economía, Deng y sus sucesores recalcaron las exportaciones, la inversión y la búsqueda de un crecimiento anual de dos dígitos.

En política, China se apartó del modelo carismático y dictatorial creado por Mao Zedong y se enrumbó hacia una dirección colectiva. Y en asuntos exteriores, China adoptó un enfoque modesto y prudente en cuanto al mundo que llegó a ser conocido coloquialmente en el Occidente como “ocultar y esperar”, inspirado en el famoso consejo de Deng dirigido a sus colegas de “ocultar las capacidades, esperar el momento oportuno”.

Bajo Xi — quien asumió la dirección del Partido Comunista chino hacia finales de 2012 — los tres ingredientes claves de la fórmula de Deng han cambiado. En cuanto a política, China ha vuelto a un modelo basado en un ‘hombre fuerte’: el mismo Xi. En economía, los años de crecimiento de dos dígitos se terminaron y China está buscando un nuevo modelo, uno impulsado más por el consumo interno que por las exportaciones. Y en asuntos internacionales, la era Xi ha presenciado un alejamiento del “ocultar y esperar” hacia una política exterior que desafía la dominación estadounidense de la región de Asia y el Pacífico.

Los tres grandes cambios de política tienen diferentes orígenes. En economía, el viejo modelo de crecimiento basado en las exportaciones, en las altas tasas de inversión y en los bajos salarios no podía continuar eternamente. Simplemente el tamaño de la economía china — combinado con el aumento de los costos en China y con un crecimiento más lento en el Occidente — hizo que el cambio fuera inevitable. Pero el cambio hacia un nuevo modelo es peligroso. En el período posterior a la crisis financiera de 2008, China puso en marcha un derroche insostenible de crédito y de inversión que aún pudiera culminar en una crisis financiera.

Incluso si se evita ese desagradable destino, China todavía tiene que acostumbrarse a tasas de crecimiento más bajas.

En lo que atañe a la política, durante la era pos-Mao el Partido Comunista ha buscado seguir un camino intermedio entre la dictadura y la democracia. La idea era adoptar un estilo colectivo de gobierno, con suaves transiciones de liderazgo gestionadas por el propio partido. Hu Jintao, el precursor aburrido de Xi, representaba el epítome de este sistema. Él nunca alentó un culto a la personalidad, sirvió dos términos en su cargo, y luego dejó el poder.

Xi se ha apartado de este modelo. En la actualidad, él se considera ampliamente como el líder más poderoso de China desde Mao.

Al mismo tiempo que las tensiones económicas y políticas dentro de China han aumentado bajo Xi, la política exterior del país se ha vuelto más nacionalista y más dispuesta a arriesgar una confrontación con el Occidente y con los vecinos asiáticos de China.